No necesito alas para volar

Monday, June 20, 2011

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Monday, September 11, 2006

Hoy el cielo está triste, se le ha perdido algo. Llueve dolor en cada gota, pero hoy no se refleja en cada una de mis lágrimas. El cielo llora, está triste. El cielo llora, llueve dolor. El cielo llora, se le ha perdido el corazón.

Me he propuesto ilustrar esa niña triste, vestida de harapos. La dibujaré allí, mirando el horizonte con dos surcos tallados en las mejillas de su temprana piel, aún le queda demasiado por aprender. Ha llorado un charco de lágrimas y se ha asustado al verse en él. Es tan dulce, tan pequeña, pero apenas le queda inocencia. No entiende, no sabe, solo mira su realidad difuminada. Ve borroso, las lágrimas empañan sus ojos, le escuecen sus mejillas, pero ni siquiera se percata. Solo mira al vacío, donde ha quedado el horizonte, lejano, solitario, inexpugnable... Abraza con fuerza sus rodillas. Lleva su muñeca de trapo en el regazo, ya es mayor para ese juego, pero es pequeña para su dolor. El mundo se le queda grande y su muñeca se le ha quedado demasiado pequeña. No sabe muy bien lo que busca, incluso se ha perdido entre sueños. Su vestidito ondea al viento, decía alguien que se lo quería sacar, arrancar del cuerpo, pero el viento solo la mece en sus sueños y la acompaña en el vuelo. No es frío, pero la hace estremecerse, es el recuerdo de alguien cercano, el suspiro de un desengaño. Es lo que la hizo crecer. Es ese dolor vacío, es esa lluvia incesante que llueve en su corazón, es ella y su silencio, es ella y su amargura, es esa niña de oro, es esa niña maldita. Se la quieren llevar, arrancarla del muro donde está sentada, a si misma abrazada. Solo hay un paso hacia delante, un descanso a ese dolor, levántate chiquilla y da una tregua al corazón. Es la imagen más triste y bonita, la más dulce y dolorosa. Es esa nenita que creció demasiado rápido, es esa nenita que sufre el dolor en su mundo de ilusión, es esa nenita que quedó olvidada, incluso de su recuerdo borrada; se la llevaron de aqui. Le arrancaron su ilusión y su inocencia. Ya solo guarda esa muñeca de trapo, mojada, fuertemente abrazada, como si fuera lo último que le quedara; y es que así es. Lo demás, lo ha perdido. Lo demás se lo han robado demasiado temprano, nunca volverá a ser quien era, nunca será quien quiso ser. Sonrie niña triste, ya no te queda nada por perder.
El mar a su frente le devuelve la mirada, pero nadie dice nada. Un mechón se le cruza por la cara, cada gota de lluvia la acompaña.
- No me lleves no, no me lleves por favor.

Nunca nunca nunca he amado a nadie como te amo a ti. Es extraño, ni siquiera nunca te he tocado, pero en cambio, ni siquiera puedes imaginar el número de veces que te he soñado. Te quiero tanto como a mi misma, ya que eres una parte de mí, es más, te quiero más que a mi misma, porque eres la mejor parte de mí. A veces pienso si los demás están ciegos o soy yo que cada día estoy más loca porque incluso a veces, te veo en mi reflejo, en mis ojos, pero sé que no estás, y no sé cuando llegarás. Te espero un día trás otro, una noche trás otra, una lágrima trás otra te espero, esperando que puedas llenar este vacío, esperando tenerte aqui conmigo, sin dudas, sin celos, sin rencor, siendo mi sueño mejor. Este es el sueño del que nunca quiero despertar, no quiero vivir el día a día sabiendo que no vendrás, asi que sueño que lo harás, y te espero, porque dentro de mi misma, en el ultimo rincón de no sé donde, algo me dice que vendrás, y que no tendré que soñar más. Prométemelo, dime que lo harás. Y que será como lo he soñadao, que seré para ti y tu para mí, que seremos uno solo, que ni siquiera me hara falta hablarte, que con una mirada de tus ojos frios y profundos me entenderás, que los abrazos serán de espalda con espalda entrelazando los brazos en espiral, que tus besos serán escalofrios que me recorreran por el cuello y que nunca me harás llorar. Confiarás en mi hasta el final, porque me conocerás, y solo tendras para mi la verdad, dime que no habrá más que el secreto de esa magia que nos abrazará en un lapsus de tiempo que sera solo para ti y para mi, que nos perderemos en un silencio frio que llenarán nuestros cuerpos unidos de calor, recorriendonos hasta el infinito de nuestro ser en silencio, suavemente con las manos sin falta de decirnos nada, solo mirandonos perdernos juntos en el otro,en tus ojos que seran azules como el hielo, en tu pelo oscuro que te da un aire de lujuria que quiero tocar con los dedos, en una caricia de deseo, en un contacto explosivamente intenso. Que frenarás mis ansias alargando el momento para sin hablar, mirarte y con los ojos gritar que te deseo, que mi cuerpo tiembla ante ti, que desatas mi pasión a la vez que solo con una mirada la mantienes a raya, que provocarás en mi un choque de sentimientos, unas ganas de gritar y a la vez de mantenerme en silencio, de estremecerme y de no mover el cuerpo, de abrazarme con toda mi fuerza a ti y sentir tu cuerpo, y de solo mirarte de lejos, de mirarte y de cerrar los ojos, devatiendome siempre entre contrarios para acabar a veces a tu lado y otras desde lejos mirarte sin que tú me veas, aunque siempre, sabiendo que te observo, como si pudieras sentir mi presencia cuando me acerco. Sentir tu respiracion en mi cuello, tranquila, pausada, pero sabiendo lo que viene luego. Sentirla bajar por la espalda y subir de nuevo, sintiendola despues en mi pecho apenas un poco mas acelerada, pero aun asi, pausada, sentirla despues bajar por mi vientre, sintiendo como tus manos se agarran a mis caderas y sentir como mi propia respiracion se acelera por momentos a un ritmo de vértigo. Dejar de sentir tu respiracion para sentir tu cuerpo contra el mio, despojados ambos de todo ropaje, sintiendo tus manos pasearse por mi espalda y sentirme aún más frágil que una muñeca cuando me recorres y tiemblo sin poder evitarlo, sintiéndote a mi lado, pegado a mí, el rozar de tu cuerpo contra el mio, flexionando y estirando tus rodillas uniéndome yo despues a ese baile privado, a esa danza que solo nuestros cuerpos conocen, asi, de pies, llegar a un punto donde pienso que voy a arder de tanto calor, nos siento como un fuego, como una llama que crece en un frío silencio y entonces sentirte introduciéndote en mí, para ser uno solo, una misma respiración, un mismo cuerpo, un mismo movimiento y en silencio, gritar de placer, de deseo, de ardor y de lujuria con los ojos mientras que la boca se queda entreabierta en silencio. Ver tu sudor resbalando por tu hombro y sentir mis manos abarcando toda tu espalda con la fuerza contraria a este temblor que me recorre entera, al ritmo de las sacudidas de tu cuerpo, y más adentro y más afuera una y otra vez, sentirte entrar y salir en esta danza de dos y después, agotados y mirandonos simplemente por mantener la mirada, abrazarnos espalda con espalda entrelazando los brazos en espiral, dejando al corazón descansar, y sé que algún día vendrás, yo, mientras tanto, te esperaré.